Su acción permite que todos los principios activos en la fórmula se modulen de forma idónea. Presente en muchos de nuestros productos, traspasa la toma oral clásica para convertirse en el mejor componente cohesinador de nuestros cosméticos naturales, elevando su frecuencia y transformándolos en exclusiva cosmética floral.
En ocasiones las células, tanto por procesos internos como por epigenética ,se precipitan de forma prematura a la pereza oxidativa. Mantener rock rose en una fórmula floral es incluir, como ingrediente, la vitalidad vibracional del bosque en su comportamiento. Los elixires florales siempre han podido actuar de manera bipolar según las necesidades, por carencia o por exceso, en el equilibrio más inmediato, en este caso se trata de un uso externo, con grandes resultados en el salud capilar o en la piel escamada, o dormida. Estamos ante un gran estimulador del ph cutáneo, de acción medible y otorgable en los resultados globales de nuestra cosmética floral, a través de la experiencia de todas estas décadas, empeñados en la labor artesana de apoyar la belleza consciente.
La piel, órgano inmenso y sabio, no sólo recibe presión, calor o química; también percibe microoscilaciones electromagnéticas, ya sea a través del agua que la hidrata, de los campos sutiles que nos envuelven o de las señales que viajan por el tejido conectivo, ese vasto entramado rico en colágeno y agua estructurada, capaz de transmitir información a gran velocidad recibe de esta esencia la posibilidad de desprenderse de accidentes cutáneos memorizados en el agua celular de nuestro cuerpo, a modo de bálsamo capaz de recolectar esos originarios circuitos que constituyen el más de grande de nuestros órganos, nuestra capa protectora que todo lo envuelve, nuestra propia piel.
Uno de los comentarios más extendidos de nuestros productos es, aun siendo óleos, que no resultan para nada pegajosos sino que la piel los absorbe en su totalidad de forma inmediata, en un reconocimiento del alimento cutáneo proporcionado al cuerpo. Los elixires florales tienen como propiedad vibracional esta cualidad de conciencia y reconocimiento en todos los preparados donde están presentes junto a ingredientes naturales.
A veces nos mantenemos en tensión sin apenas darnos cuenta, este elixir aplicado de forma tópica le recuerda a la piel como pueden acomodarse de forma natural todos los circuitos que la mantienen viva, sin que la fuerza de la tensión sea excesiva.
En nuestra cosmética hace preciosa sinergia con aceites esenciales que tienen este carácter relajante en su justa medida y la vida de nuevo actualiza que significa fluir.
El sol, la hora, la pureza del agua, el recipiente, la ausencia de metales que distorsionen la señal… todo debe cuidarse con un rigor casi ceremonial, la elaboración con el espacio de vacío mental en quien la ejecuta…,sólo así la frecuencia que contiene la impronta de la planta podrá ser coherente y estable, evitando interferencias.
Cuando esta vibración llega a la piel, no actúa como un fármaco que empuja reacciones químicas, sino como un diapasón que ofrece una referencia armónica.
Las células, especialmente las que están en continua comunicación con el sistema nervioso y el sistema fascial, pueden “escuchar” este patrón y, en casos favorables, reorganizar su propio ritmo interno.
Impatiens, el elixir que marca el justo ritmo entre el pulso y la piel, no puede faltar en una crema cosmética o en un óleo floral que se precie, si su objetivo es servir de bálsamo insustituible para quien sabe que significan los ritmos de la Naturaleza y quiera recuperarlos en su propio ser, en la piel que habita.

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